Blog abierto a TODO EL MUNDO. Si quieres enviar una crítica pedante vergonzosa que hayas encontrado, éstas son las instrucciones.

22 de junio de 2009

Hedonismo y experimentación

(Nota: LaVanguardia.es ha decidido que, en el Sonar de Barcelona los lectores sean los críticos de los conciertos. Y este sueño del periodismo ciudadano crea monstruos como David Moreno, que firma la crítica. Paso el texto y, en negrita, lo que considero highlights del mismo)

Hedonismo y experimentación
Tercera jornada diurna del festival, con todo el papel vendido de antemano. No era para menos ya que los platos fuertes del día eran los "showcases" de Ed Banger y Raster Norton, dos de las discograficas que mas ríos de tinta han hecho correr en la prensa especializada del pasado año
DAVID MORENO SANCHO Barcelona, lector cronista 21/06/2009 Actualizada a las 13:22h El lector opina

Aperitivos. Llegar al CCCB a la hora de la siesta y comprobar que la maquinaria del festival ya funciona a pleno rendimiento invita al recogimiento y a la adaptación paulatina a la vorágine de la jornada. Nada mejor para ello que introducirse en la selección de propuestas del espacio Sonarmática, dedicado este año a la artesanía musical del tercer milenio que se desarrolla en pequeños crepúsculos de la ciudad condal. Sin duda, una buena oportunidad para “testear” in-situ tecnología como el Reactable, surgido del laboratorio de la Universitat Pompeu Fabra, popularizado por artistas como Björk y que ahora ya tiene continuidad en el sector privado. Con los sentidos, ahora ya si, bien despiertos nos dirigimos al SonarHall para comprobar si Ebony Bones supera la reválida del pasado Primavera Sound. Ataviada con sus ya famosos trajes estrambóticos, y acompañada por una orquesta no menos pintoresca, la propuesta de la inglesa iba perdiendo fuelle canción a canción, una vez superada la sorpresa de su puesta en escena. Se demuestra una vez mas que, aunque el packaging sea atractivo, si detrás no hay un producto sólido que defender raramente se llega a buen puerto. O como diría la Mala Rodríguez: “mucho lirili y poco lerele”.
El gazpacho de Ed Banger. Ed Banger, sello francés que cotiza al alza en popularidad gracias al éxito del dúo Justice (cabezas de cartel de la pasada edición) y la sombra alargada del legado de Daft Punk, nos tenia preparado un carrusel de actuaciones bajo el nombre de “Gazpashow!”. La cosa iba de mostrar las nuevas perlas de la cantera. Y si el gazpacho se compone de tomate, pimientos, cebolla y aceite, la receta del sello galo era a base de house hipervitaminado, hip-hop comercial y electro-techno de trazo grueso. Hay que estar atentos al trio de raperos parisinos DSL, apuntan maneras. Luego Outlines pusieron el patio del ‘village’ de patas arriba con una sesión que tocó varios palos pero todos con el mismo fin: hace bailar hasta el apuntador (que, si de existir, seguro que iría con gafas de sol retro, gorra de béisbol, colores flúor y bigote perfilado).

Raster Norton: experimentación teutónica. Y si la propuesta del Sonar Village era festiva, soleada y hedonista, la antítesis de la misma (y sin embargo mas interesante si cabe) se gestaba en las “catacumbas” del CCCB, que registraron un previsible “aforo completo” durante casi toda la tarde. El sello alemán Raster Norton presentaba su equipo titular con una táctica arriesgada pero infalible, basada en una particular experimentación minimalista del techno de corte científico. El dúo SND destiló desde sus portátiles microestructuras marciales que iban “in crescendo” para terminar en magmas de sonido. Tomó el relevo Byetone, que comenzó con su exitoso “Plastic Star”. Los bombos neuronales del tema en cuestión, y el contador incremental de “beats” que se mostraba en las pantallas, subieron la presión atmosférica de la sala hasta limites infrahumanos, para deleite y disfrute del público, claro. Y luego Alva Noto (el dueño del sello en cuestión) siguió con su propuesta techno mas cercana al arte contemporaneo que a la pista de baile.

Café, copa y puro. Intentar abarcar todos los escenarios es como “zapear” con la Tdt: dificilíssimo. Así, y porque la omnipresencia no esta hecha para los mortales, nos perdemos actuaciones que de bueno seguro fueron interesantes, como la de los catalanes Pau Riba y Guillamino. Pero ya no hay tiempo para más, y mientras en el escenario SonarDôme el dj surafricano Culoe de Song ponia el broche de oro al Sónar mas africano de la história a base de elegante house-tribal, Busy P (el capo de Ed Banger) se entregaba al hedonismo mas “fiestero” en un SonarVillage abarrotado y listo para la traca final nocturna.

Y si todo el artículo le ha sonado a chino no se preocupe: compre su entrada para el año que viene y disfrute de este post-moderno jardin del Edén de nímfas europeas e hilo musical sofisticado. Vale la pena.

http://www.lavanguardia.es/el-lector-opina/noticias/20090621/53728104521/hedonismo-y-experimentacion.html

Enviado por: Javier Dale

19 de junio de 2009

G.Sanz hace cruzada contra el almidón de los guisantes

The Black Eyed Peas
(The E.N.D. - Energy Never Dies)

(...) su quinto álbum al frente del cuarteto californiano materializa una deriva dance-pop tan previsible como dolorosa. Almidón electro, aromas jamaicanos y toneladas de Auto-Tune para un chicle post-disco envuelto en un título revelador: su energía (...) se transforma. A peor.

G.Sanz vuelve a conseguir describir un disco y que no me entere de nada. Pero, sin embargo, que se forme en mi cerebro una imagen aterradora. Concretamente la de una patata con chicle pegado por todas partes, echando rayos mientras baila reggae cantando como Cher. El horror.

15 de junio de 2009

Multimedia somos todos (léanselo entero si pueden)

Navegando por la red me tope con este profesor jovenzuelo, que escribe cosas infumables. Adjunto el articulo tal cual y el link al sitio, http://mosaic.uoc.edu/articulos/labad0207.html


Multimedia somos todos

20.01.07

Luis Ángel Abad






La disposición de lo musical como una suerte de enclave autónomo ejemplar constituye uno de los supuestos más profundamente arraigados de nuestra cultura. Al menos desde la filosofía pitagórica, lo musical no sólo remite a un ámbito de relaciones ideales, sino que lo hace además desde una pulsión recibida con el poder de la experiencia de un mito que se narra con voluntad cosmogónica. Nos resulta fácil entender -tender a- la naturaleza autónoma de lo musical. La noción de armonía que se administra en esta condición autónoma implica en última instancia la pertinencia del propio sentido de justicia. Y del ethos al pathos, semejante condición forma parte de los requerimientos más característicos de un discurso romántico exacerbado, hasta convertirla en elemento de redención excepcional frente a la condición trágica de la existencia. Estoy pensando en Schopenhauer o Nietzsche, por poner un ejemplo característico. En definitiva, esta típica condición de lo musical implica un complejo trasfondo ideológico que recorre el sentido de las razones y los actos, las ideas y los sentimientos, y señala ejemplarmente los límites del papel transformador del arte.

Por el contrario, en general podemos decir que las condiciones de posibilidad dispuestas por los medios de producción característicos de la Modernidad tienden a disolver, en todos los sentidos, el carácter autónomo de los medios artísticos. De esta manera, la superación de la autonomía del arte no resulta tanto una posibilidad más o menos deseable en términos ideológicos, sino una consecuencia previsible en términos materiales. Frente a una tarea transformadora de la vanguardia más testimonial, voluntarista y anunciatoria que materialmente efectiva, la mezcla y disolución de categorías y medios artísticos tradicionales viene a darse por las propias condiciones de posibilidad de los medios de producción modernos. Lo multimediático sería un resultado de esta mezcla, que termina surgiendo como efecto (o diríase apocalípticamente, urgiendo por defecto) del pletórico rastreo del desarrollo tecnológico y su incorporación minuciosa a los estilos de vida cotidiana.

Ruido, ruido, ruido

Lo multimediático se impone en este sentido como una condición aparentemente necesaria del sistema de producción. Quizás la introducción futurista del ruido supone una transgresión voluntarista de un ámbito autónomo de la creatividad basado en el desarrollo ideal de relaciones conformadas en torno a la noción de armonía. Puede suponerse al intonarumori como una abrupta irrupción de lo multimediático, en tanto resumen sonoro del conjunto de experiencias dispuestas por el escenario cotidiano de la modernidad. Pero más allá de los esfuerzos de la vanguardia por abrir brecha en este sentido, los efectos de este escenario se aplican ad hoc en fenómenos que pertenecen al propio campo productivo de la cultura de masas. Pienso en la práctica desacomplejada y espontánea de incorporar a una guitarra tradicional unas bobinas para amplificar el sonido, a costa de asumir elementos espurios frente a la fijación coherente del timbre tradicional. Y más, el posterior desarrollo de un lenguaje específico basado en poéticas del feedback y el overdrive. La valoración de lo saturado como principio de una dinámica que presiona materialmente sobre cualquier intento de clausurar cierres de tipo ideal. Y todo el sentido del fenómeno administrado mediante la negociación tácita de una lógica popular que tiende a valorar sustancialmente lo que, desde una perspectiva idealizada, se percibe no sólo como circunstancia anecdótica, sino como incomodidad inconveniente de lo que se tiene por espurio.

"Cuando el 1 de Agosto de 1981 la cadena MTV comienza su emisión con "Video Killed the Radio Star", se conviene históricamente que nos encontramos ante un mero cambio de paradigma propagandístico".


Pero las categorías que constituyen el juicio estético tradicional están fuertemente arraigadas. De manera que el poder de integración dispuesto por las condiciones de posibilidad de los medios de producción actuales -su potencial transformador como mecanismo multimediático-, tiende a quedar reconducido ideológicamente hacia los canales de producción y consumo ya establecidos, incluso cuando se dan circunstancias para generar cambios paradigmáticos. Cuando el 1 de Agosto de 1981 la cadena Mtv comienza su emisión con "Video Killed the Radio Star", se conviene históricamente que nos encontramos ante un mero cambio de paradigma propagandístico. Sin embargo, lo que se propugna es un cambio cultural que podría resumirse en la constitución de un gusto específico a resultas de una valoración en bloque de lo audiovisual. Es decir, ante este ejemplo lo visual no compone un fenómeno diferenciado y de segundo orden que viene a apoyar a lo musical. Ambos medios componen un bloque íntegro de experiencia. Lo multimediático es una realidad cultural efectiva en esta circunstancia cotidiana. Y sin embargo, este despliegue termina inexorablemente reconducido hacia una reinversión del carisma personal, hacia una solución de carácter individualista, hacia una amortización resuelta mediante el valor lujoso de la estrella pop.

A pesar de esto, estamos ante una incesante integración general de medios en un bloque de experiencia compartida colectivamente. Y la música se sitúa cada vez más como excrecencia. Ya no se trata de que tenga que compartir valoración equitativa con lo visual en un nuevo medio que la engloba y la excede. Un anuncio actual demovistar nos anima a contemplarla sólo como motivo de recuerdo de una persona a quien llamar. La música no invita aquí a convertirse en protagonista de nuestra reflexión concentrada, sino a proponerse como invitación de participación colectiva. Se trata de un síntoma, todo lo restringido que se quiera, de que la música se convierte en nexo, en medio político y no en fin artístico. Esto que sucede ahora, supone un planteamiento radicalmente alejado de la disposición tradicional del sujeto frente al fenómeno artístico, de las pautas de recreación personal establecidas en el diálogo entre sujeto y objeto mediado por un principio de autonomía. Puede que eso encierre algún tipo de pérdida preocupante, o puede que disponga un fenómeno en la estela de aquel anuncio benjaminiano que hablaba de un cambio de paradigma basado en la sustitución deconcentración por dispersión de la experiencia. Y hay que recordar que eran reflexiones proyectadas al encuentro directo con el potencial transformador del arte, hacia lo revolucionario y frente a una dinámica social de organización fascista. Formalmente, parecería que la singularidad del fascismo reside en promover un culto fascinado por la personalidad del líder. Pero observando fenómenos característicos en la historia reciente de nuestra industria cultural, encontramos que se mantienen criterios de evaluación tradicionales mediante la ejecución apoteósica de la noción de identidad en torno a la figura de la estrella. Se trata de una concordancia demasiado sospechosa.

"Youtube escenifica una asimilación masiva de la desviación de uso como norma"


Dos décadas después de la oportunidad perdida para evaluar radicalmente el poder transformador de lo multimediático ante el escenario dispuesto por la generación MTV, Youtube escenifica un nuevo cambio de paradigma generacional marcado por el derrumbe de las viejas estructuras productivas de la industria cultural. En Youtube se disuelve un uso totémico de la televisión marcado por la emisión inequívoca de realidad, y por la ordenación lineal de un sentido espacio-temporal. Pero además, dispone un modo de uso que definitivamente confunde tanto papeles adjudicados tradicionalmente como criterios de valoración. Y es en el modo de uso donde la pedagogía política potencial de cada medio se impone por propio calado cotidiano. La horizontalización de la producción dispuesta por Youtube supone una confusión entre emisor y receptor, una difuminación del enclave tópico y una apertura al principio de simultaneidad, una disolución del sentido de género en lo genérico, una aparición estallada de lo anecdótico frente a la necesidad de hilar un gran relato, y una rebaja de definición a pesar de que las multinacionales hayan entendido que el futuro de la televisión es en HD. Por las propias condiciones de posibilidad de los medios de producción actuales, Youtube escenifica una asimilación masiva de la desviación de uso como norma. El sueño estético de la vanguardia y el reclamo ético de los estudios culturales está ahora en manos de una nueva generación ausente del protagonismo totémico de la televisión. Cuando el carácter incisivo de una racionalidad instrumental ha generado una cultura de explotación que nos tiene al filo del desastre ecológico, la baja definición, el modo rizomático de relación, la rebaja del sentido de lo narrado hasta niveles ínfimos o la facilidad de mutación, mecanismos todos de dispersión benjaminiana, bien podrían ser principios de creación correctora, ligados a una cultura nueva de crecimiento sostenible. Y ante las características del nuevo medio, esta vez parece que existe una dificultad consustancial para que todo quede reconducido por la vía de un fetichismo alimentado por el prestigio carismático de la singularidad identitaria. Quizás ahora más que nunca, contra el sobrecalentamiento de la pulsión continuada de la vieja estrella metafísica: multimedia somos todos.

Enviado por: DADO

12 de junio de 2009

Tú nunca estuviste aquí (en la crítica)

El artista y la conciencia del entorno

Siguiendo al pie de la letra aquella máxima que reza que el simbolismo es la verdadera sustancia delarte

(Máxima al canto, empieza la vomitona. ¿"Delarte" es alguna marca de queso?

, el controvertido Todd Haynes nos ofrece en su nuevo filme un retrato metafórico de tintes biográficos, flirteando sin rubor alguno con los meandros de la memoria, en una sinuosa narración multigenérica que salta del retrato costumbrista al mockumentary con una fuerza inusitada teniendo en cuenta lo enrevesado de su argumento

Perdón, me quedé meando en los meandros. Los multigenéricos e inusitadamente enrevesados. Por flirtear vamos.

. Haynes tergiversa a conciencia la realidad histórica con el objetivo de hallar durante su recorrido narrativo de existencialismo homérico la verdadera lucidez del artista moderno,

La verdadera lucidez... ¿que debe ser la tuya, no? Porque se te nota muy clarito.

recurriendo para ello a un puzzle de emociones encontradas mediante la inclusión de un mosaico de personalidades asignadas a cada periodo creativo del mítico Bob Dylan.

¡Coño, el Dylan! ¿qué hace aquí entre tanta confusión? ¿ha vuelto a las drogas?

Se establece con ello un particular juego narrativo, que alterna los tiempos pretéritos y venideros, con el objetivo primordial de trascender la narración convencional y, por ende, deconstruir el relato a nivel formal con el objetivo de primar el fondo sobre lo evidente del retrato biográfico convencional.

Vamos, lo normal en estos casos. Trascender p'alante y p'atrás.

La búsqueda de la esencia como objetivo único e indisoluble de todo el filme, enriquecido gracias al extraordinario enfrentamiento que se establece a nivel subyacente entre la evolución artística de Dylan y su involución personal con respecto a la relación que mantiene con el mundo que le rodea, el cual repudia y ama a partes iguales, como todo buen artista atormentado por los convulsos cambios sociales de la época que le vio crecer como autor.
Cada uno de los estados evolutivos del personaje ( de cualquiera de ellos teniendo en cuenta la espléndida labor de todo el reparto ) discurre paralelo durante la narración con respecto a las tormentosas épocas acontecidas en el territorio estadounidense en el periodo de apogeo del Dylan artista, exponiendo un afortunado paralelismo con respecto a la evolución de un país partiendo de sus raíces populares y como su desafortunada supremacía política condicionó dichos cambios.
No contento con incidir en este hecho, Haynes recurre a diversas texturas narrativas, jugando con los estados de ánimo de cada uno de los alter ego de Dylan como quién prima la confusión emocional y lo atormentado de la mente por encima de cualquier deuda narrativa con el espectador.

Aham... deudas con el espectador. ¿Y tú con el lector tío? ¿puedes pagarlas sin hipotecas "suhpraim" de esas?

Y sigue y sigue... ¡y en todas sus críticas!


http://reductocinefilo.blogspot.com/2009/03/critica-im-not-there.html

Enviado por: Miguel --